Las plataformas de música están siendo invadidas por canciones que son plagios o falsificaciones. Esto afecta los derechos de autor y satura la oferta de contenidos.
Esta controversia es un episodio más de una transformación tecnológica que convirtió a la inteligencia artificial en una nueva amenaza para el negocio de la música en línea.
Por lo general, los intereses de las discográficas tradicionales chocan con las plataformas de streaming y también con la mayoría de los músicos, que habitualmente cobran bastante menos de lo que pretenden por la explotación de sus obras.