La Inteligencia Artificial ha logrado unificar el frente de la industria musical en su contra de una manera inesperada.
Recientemente, el gigante Sony Music ofreció una pista muy clara, y a la vez ambivalente, de hacia dónde va este enfrentamiento.
Por un lado, la discográfica reclamó ante las autoridades del Reino Unido la eliminación de más de 75.000 canciones falsas (conocidas como deepfakes, en la jerga de la actividad) que fueron generadas con inteligencia artificial imitando a sus artistas.
Sony denunció que esas canciones simulan las voces y estilos de artistas como Harry Styles, Queen y Beyoncé. Pero no son reales y los derechos por reproducción en plataformas tampoco llegan a sus creadores originales.
Una forma de reproducción ilegal que no hace más que actualizar lo que hace 40 años se hacía regrabando un Compac Disc.
En el mismo sentido, la plataforma de streaming Deezer aportó un dato contundente. Dijo que cada día se suben al menos 15.000 grabaciones generadas por inteligencia artificial, producto de una minería de datos que actúa indiscriminadamente sobre el universo disponible de música en Internet.
Los avances tecnológicos en esta materia son tan grandes y acelerados que hacen cada vez más difícil detectar las falsificaciones.
Por eso, los nuevos piratas de la IA siguen haciendo su negocio sin miedo a ser descubiertos y tener que pagar una multa de hasta u$s150.000 en el Reino Unido por cada obra utilizada sin reconocer los derechos de autor.
En la misma dirección que Sony Music avanzan sus ultra competidores Universal Music Group y Warner Music Group.
Pero Sony también hizo un movimiento de piezas que busca responder a la amenaza de la IA con sus mismas recetas: por primera vez en su historia invirtió en una plataforma que utiliza inteligencia artificial pero como una herramienta para proteger las licencias y derechos de autor. Puso u$s16 millones en una startup que se llama Vermillio, que ya había trabajado con Sony en 2023 en un proyecto que involucró al ex Pink Floyd David Gilmour para que los usuarios pudieran crear remixes personalizados del disco Metallic Spheres (2010) utilizando Inteligencia Artificial.
Ahora, Vermillio informó que utilizará el capital que recibió de Sony para ampliar sus operaciones y “seguir desarrollando soluciones para una internet de IA generativa que permita a talentos, estudios, sellos discográficos y más proteger y monetizar su contenido”.
Ante la estrategia de dar de tomar de su propia medicina a la IA, Dennis Kooker, presidente de negocio digital global en Sony Music, señaló: “Estamos enfocados en desarrollar casos de uso responsable de la IA generativa que potencien la creatividad y los objetivos de nuestros talentos, protejan su trabajo, entusiasmen a los fans y generen nuevas oportunidades comerciales”.